Escorpión látigo sin cola

El Escorpión látigo pertenece a un grupo de arácnidos que aún es poco conocido por el público en general. A menudo confundido con una araña o un escorpión por su apariencia, sin embargo, pertenece a un orden por derecho propio: el Amblypygi. En Martinica, este discreto animal forma parte de la fauna nocturna local, aunque sigue siendo difícil de observar.

Al contrario de lo que podría sugerir su impresionante apariencia, los Escorpión látigo son completamente inofensivos para los humanos. No tiene aguijón ni veneno. Su nombre, derivado del griego, hace referencia a esta ausencia de picadura. Su supervivencia no se basa en el ataque, sino en la discreción y precisión de sus movimientos.

En Martinica, se encuentra principalmente en ambientes húmedos y sombreados. Se refugia en las grietas, debajo de la corteza, en las cavidades rocosas o en las entradas de las cuevas. Estos microhábitats le proporcionan la humedad y la frescura necesarias para su estilo de vida. Estrictamente nocturno, permanece inmóvil durante el día y se activa al caer la noche.

Su cuerpo aplanado le permite deslizarse en espacios estrechos. Sus largas patas delanteras, con forma de látigos, no se utilizan para caminar sino para explorar su entorno. Funcionan como verdaderos sensores sensoriales. El Escorpión látigo caza principalmente insectos y pequeños invertebrados, lo que contribuye a la regulación natural de la fauna nocturna.