
Guacamayo Azul
Ara Ararauna

El guacamayo azul y amarillo, un loro emblemático de Sudamérica
El guacamayo azul y amarillo (Ara Ararauna) es uno de los loros más reconocibles de Sudamérica. Su plumaje intenso, que combina un azul profundo en el dorso con un amarillo brillante en el pecho, lo convierte en un ave espectacular. Con una envergadura que en ocasiones supera el metro y un poderoso grito que se escucha a gran distancia, atrae inevitablemente la atención de los visitantes.
Clasificada como de preocupación menor (LC) por la UICN, la especie permanece relativamente extendida. Sin embargo, algunas de sus poblaciones están disminuyendo en varias regiones del continente, principalmente debido a la deforestación y la captura ilegal de guacamayos jóvenes para el comercio silvestre.
Este guacamayo evoluciona en bosques tropicales y áreas boscosas donde encuentra frutos, semillas, flores y frutos secos. Su impresionante pico le permite no solo abrir conchas muy duras, sino también moverse con agilidad en los árboles, aferrándose a ellas como si se tratara de una verdadera herramienta adicional.
La especie es conocida por su excepcional longevidad: un individuo puede superar los 50 años en condiciones favorables. En su entorno natural, sin embargo, debe enfrentarse a depredadores como la feroz arpía u otras grandes aves rapaces, además de las amenazas asociadas a la reducción de su hábitat.
En el zoológico de Martinica, los visitantes pueden admirar estos coloridos guacamayos en un área dedicada a varias especies de loros tropicales, lo que permite comprender mejor su comportamiento y estilo de vida.















Quelques anecdotes

Relaciones duraderas dentro de la pareja
Los guacamayos viven en grupos que pueden reunir a varios individuos y formar parejas muy unidas. Una vez unidos, los socios permanecen juntos de manera sostenible, compartiendo el descanso, la comida y los viajes. Tras la reproducción, la hembra suele poner unos cuantos huevos que incuba durante unas cuatro semanas. Las crías permanecen en el nido durante varios meses, pero solo alcanzan la autonomía completa después de un largo período de aprendizaje de sus padres.

Una conducta alimentaria asombrosa
En la naturaleza, Ara Ararauna a veces consume plantas que contienen sustancias tóxicas. Para limitar los efectos indeseables de estos compuestos, ingiere la arcilla que se encuentra en las paredes de los bancos o en los acantilados terrestres. Este comportamiento, bien documentado en varias especies de guacamayos, neutralizaría ciertas toxinas y facilitaría la digestión.
