
Iguana de las Antillas Menores
Iguana Delicatissima

La iguana de las Antillas Menores, un raro reptil de Martinica
La iguana de las Antillas Menores (Iguana delicatísima) es un reptil endémico del arco antillano. En Martinica, la especie no ha desaparecido por completo en estado salvaje, pero sus poblaciones ahora son extremadamente pequeñas y están fragmentadas. Los últimos ejemplares conocidos permanecen en unas pocas áreas muy localizadas, en particular en la isla Chancel y en ciertas áreas forestales de difícil acceso.
Clasificada como en peligro crítico (CR) por la UICN, la iguana de las Antillas Menores se enfrenta a numerosas amenazas. La destrucción de sus hábitats, la presión humana y, sobre todo, la introducción de la iguana verde han provocado un descenso de su población.
En su estado natural, esta iguana frecuenta bosques secos, manglares, áreas rocosas y bordes de bosques que están bien expuestos al sol. Pasa largas horas inmóvil para calentarse, un comportamiento típico de los reptiles tropicales que también se encuentra en algunas especies de serpientes como la Boa constrictora.
Estrictamente herbívora, se alimenta de hojas, flores, brotes jóvenes y frutos. Esta dieta le confiere un importante papel ecológico en la dispersión de semillas y en el mantenimiento de la vegetación local, una función comparable a la de los mamíferos arbóreos como Perezoso de Unau.
En el zoológico de Martinica, la iguana de las Antillas Menores se presenta como una especie emblemática de la biodiversidad local en gran peligro. Su promoción permite aumentar la conciencia pública sobre los impactos de las especies invasoras y la urgencia de proteger los entornos naturales de Martinica.















Quelques anecdotes

Una identidad amenazada
La iguana de las Antillas Menores no puede competir con la iguana verde. Más robusta y adaptable, esta última ocupa rápidamente espacio y recursos, lo que reduce las posibilidades de supervivencia de las especies endémicas.

Un reptil muy tranquilo
Contrariamente a algunas ideas preconcebidas, la iguana de las Antillas Menores no es agresiva. Ante el peligro, casi siempre prefiere la huida o la inmovilidad, confiando en su camuflaje para pasar desapercibido.
