
Mono araña de cara roja
Ateles paniscus

Les Mono araña de cara roja du Zoo de Martinica
La Mono araña de cara roja (Ateles paniscus), también llamado mono araña o kwata, es un gran primate originario de los bosques de Sudamérica. Vive en lo alto del dosel de los bosques primarios, especialmente en Guyana, Brasil y Surinam. Rara vez desciende al suelo y utiliza muy poco las áreas de bosque secundario para sus movimientos.
Es uno de los primates más rápidos y flexibles de Sudamérica. Sus brazos larguísimos y su cola prensil se adaptan perfectamente a la vida en altura. Esta cola, que también hace las veces de péndulo, actúa como una quinta extremidad y le permite moverse sin tocar el suelo.
La estela de cara roja se alimenta principalmente de frutos maduros, pero también de hojas y semillas jóvenes. Al consumir estas plantas, lleva semillas de un árbol a otro, lo que contribuye a la regeneración natural de la selva tropical donde vive.
La especie está clasificada como Vulnerable (VU) por la UICN. Está amenazada por la deforestación, la reducción de su territorio y la caza, lo que debilita considerablemente sus poblaciones en varias regiones de América del Sur.
En el zoológico de Martinica conviven tres harteles: Stone, el macho, y dos hembras, Ali y Adèle. Su presencia permite presentar a los visitantes un primate arbóreo muy especializado y crear conciencia sobre los problemas de conservación relacionados con los bosques tropicales.















Quelques anecdotes

Un grupo unido por lazos sociales
Los Mono araña de cara roja utilizan numerosos gestos para comunicarse: contactos, vocalizaciones, posturas o movimientos de la cola. Estos intercambios refuerzan la cohesión del grupo. En Martinica, Stone, Ali y Adèle pasan mucho tiempo observándose, acercándose o siguiéndose, lo que ayuda a mantener la unidad del pequeño grupo.

Una cola más fuerte que tus manos
La cola del arpa deMono araña de cara roja puede soportar todo su peso. Le permite permanecer suspendida para alcanzar frutos lejanos o explorar una rama sin riesgo de caerse. Esta impresionante fuerza convierte a su cola en una herramienta esencial para su equilibrio y supervivencia en las alturas del bosque.
